Durabilidad Extendida
¡prendas con más vida!

Taquicardia, esfuerzo y esa sonrisa de satisfacción cuando has completado la rutina. Practicar deporte es una actividad dinámica que no debería ir reñida con poder disfrutar de nuestras prendas favoritas por mucho, mucho tiempo. Sin embargo se acompaña de manchas de sudoración, olores desagradables, restos de tierra… y pese a lo que pueda parecer por el estrés al que las sometemos, las prendas deportivas necesitan de cuidados especiales que en muy pocas ocasiones conocemos, pero que ¡son muy sencillos! y como en FastLove creemos en cuidar aquello que nos gusta, queremos compartir contigo nuestros consejos de cuidado para que tu ropa deportiva dure mucho, mucho tiempo y comencemos a dejar algunos mitos sobre el lavado de las prendas en el pasado.
Cuanto más caliente esté el agua, mejor se higieniza la prenda:

Siempre debemos observar las etiquetas de composición de las prendas que vamos a lavar, ya que en ellas se especifican las condiciones de lavado óptimas para mantener en buenas condiciones cada producto.
Lo más habitual es que, como en el caso de nuestros diseños, la ropa deportiva no debe lavarse a más de 30ºC, ya que al tratarse de prendas fabricadas con tejidos especiales, temperaturas superiores pueden contribuir a un mayor desgaste e incluso a la pérdida de sus cualidades técnicas.


Todo junto a la lavadora:

La ropa deportiva es delicada, y debemos tener en cuenta que no es como lavar una sábana de algodón. Si te resulta imposible lavar la ropa deportiva justo al volver a casa o terminar tu rutina, lo mejor es colgarla en algún lugar en el que pueda airearse, y no meterla nunca sudada en la lavadora.
Si tu lavadora no cuenta con un programa específico para ropa deportiva, lo mejor es que optes por un programa para prendas delicadas, en el que la temperatura sea baja, el aclarado abundante y el centrifugado corto. Esto ayudará a que los tejidos sigan evacuando el sudor hacia el exterior manteniendo nuestro cuerpo seco y cómodo en la práctica deportiva; y evitará un desgaste de las fibras.
Cuanto más jabón, mejor:


El jabón, siempre mejor si es líquido o neutro, se disuelve peor en agua fría que en agua caliente. Por ello, la dosificación es especialmente importante cuando se trata de lavar nuestras prendas deportivas. Cuando la cantidad de jabón es mayor a la recomendada, el aclarado de la prenda es insuficiente y se puede quedar una fina película de jabón cubriendo la prenda y obstruyendo sus microporos, impidiendo así la correcta transpiración al hacer ejercicio y reduciendo las prestaciones técnicas de la prenda.
Los blanqueantes tampoco se deben utilizar, ya que pueden contener lejía y son un gran enemigo de las delicadas membranas que permiten la evacuación del sudor.


Cuanto más sucia está la ropa, más caliente debe estar el agua:


No: todo depende del tipo de ropa y del grado de suciedad que haya acumulado, así como de las especificaciones técnicas de los materiales que la forman. Además, los colores oscuros y la mayoría de tejidos se desgastan en mayor medida con temperaturas superiores a los 40ºC, por lo que el uso de agua tibia es todavía más recomendable para prendas negras o colores fuertes.